Leónidas Trujillo

República Dominicana: Leónidas Trujillo (1930-1961)
Rafael Leonidas Trujillo Molina (San Cristóbal, 24 de octubre de 1891 - Santo Domingo, 30 de mayo de 1961) Militar y político dominicano. Dictador del país, gobernó de facto entre 1930-1961 manteniendo formalmente estructuras constitucionales. Fue Presidente de la República Dominicana en los períodos 1930-1938 y 1942-1952.
Nació en San Cristóbal el 24 de octubre de 1891. Fueron sus padres José Trujillo Valdez, pequeño comerciante descendiente de un sargento (posiblemente de origen canario), del cuerpo de Sanidad Militar del Ejército Español que llegó al país en 1861, y Altagracia Julia Molina Chevalier (a quien durante el gobierno de su hijo se le dio el título de la Excelsa Matrona), hija de Pedro Molina, campesino dominicano, y de Luisa Ercina Chevalier, hija a su vez de un oficial haitiano de los tiempos de la ocupación de 1822. Su abuela Villeta Chevalier también era de origen afro-haitiano.
El 18 de diciembre de 1918 ingresó en el Ejercito Dominicano bajo los auspicios de la Infantería de Marina de los Estados Unidos, que ocupaba el territorio dominicano en esa época. Su carrera militar fue brillante. Fue ascendido rápidamente a segundo teniente, prestando juramento el 11 de enero de 1919. Trujillo se convirtió en el teniente número quince de los dieciséis que existían entonces en la Guardia Nacional. Ingresó en el ejército con el propósito de realizar una carrera militar y ascender. Fue recogida una frase que pronunció antes de ingresar a las filas del ejército: “Voy a entrar en el ejército y no me detendré hasta ser su jefe”, lo que confirma que fue una persona dueña de sí misma, y que sabía lo que hacía. Ascendió rápidamente en la escala jerárquica de la Guardia Nacional, atropellando, en El Seibo, a sus compatriotas que se levantaban contra la intervención.
En 1921 ingresó en una Academia Militar fundada por el Ejército de Ocupación en Haina y el 22 de diciembre de ese mismo año fue designado para ocupar la jefatura de la Guarnición de San Pedro de Macorís. Fue trasladado al Cibao en 1922 y, mientras se encontraba en San Francisco de Macorís fue ascendido a capitán sin pasar por el grado de primer teniente, algo irregular tomando en cuenta el escalafón militar, pero explicable debido a los "servicios" prestados por Rafael Leónidas al ocupante estadounidense. Este ascenso fue acompañado por la reorganización de la Guardia Nacional, que se convirtió en la Policía Nacional Dominicana, en la que ocupó muy poco tiempo después el mando de la 10.ª Compañía.
También ahí fue elogiado por sus servicios y en los meses de mayo y agosto de 1923, antes de su nombramiento como inspector del primer distrito militar, participó como estudiante en la Escuela de Oficiales del Departamento del Norte. En esta época, a pesar de que su formación era militar, comenzaron a manifestarse sus inclinaciones políticas.
Al llegar 1924 fue promovido en forma temporal al mando de la Guarnición del Departamento del Norte, y en septiembre de ese mismo año recibió el nombramiento definitivo, siendo ascendido al rango de mayor. Mientras estuvo en el ejército fue muy popular y trató de hacer de la policía un ejército nuevo; conservó las enseñanzas recibidas de los militares estadounidenses; aprendió todo lo que pudo, pero muchas cosas las aprendió por sí solo.
Su enseñanza militar lo llevó rápidamente a ocupar puestos de alto mando en la Guardia Nacional transformada en Policía Nacional Dominicana. Con rango de mayor, dirigió el Departamento Norte de esta institución en 1924. Al triunfar Horacio Vásquez en las elecciones que siguieron a la desocupación de las tropas estadounidenses en 1924, Trujillo recibió la petición de permanecer al frente de la Policía Nacional. El 6 de diciembre de ese mismo año el Presidente Vásquez lo promueve a teniente coronel y lo nombra Jefe de Estado Mayor.
Trujillo se divorcia de su esposa Aminta Ledesma, que obtiene la custodia de su hija Flor de Oro y una pensión de 100 pesos mensuales para la manutención de ésta. En 1925 contrae nuevamente matrimonio, esta vez con Bienvenida Ricardo, joven perteneciente a una destacada familia de Monte Cristi, lo que no impidió que continuara con sus amoríos extramaritales. El matrimonio cayó en una severa crisis al enamorarse Trujillo de la que sería su tercera y última esposa, "La Españolita" María Martínez, perteneciente a una familia respetada aunque de baja escala social, con quien procreó dos hijos: Angelita y Radhamés. Ramfis, su hijo mayor, era hijo de María y de la unión con el cubano Rafael Dominicis, amante de ésta antes de casarse con Trujillo.
El 13 de agosto de 1927 Trujillo fue promovido a General de Brigada, cuatro días antes de la formal transformación de la Policía Nacional en Brigada Nacional. "Su constitución subsiguiente como Ejército Nacional, conforme a la Ley número 928, del 17 de mayo de 1928, completó el camino recorrido por Trujillo desde el grado de Segundo Teniente hasta el de General de Brigada y Comandante en Jefe del Ejército Nacional -todo ello en menos de diez años- al tiempo que señalaba su aparición como figura de notorio relieve en el panorama nacional." (Grassweller)
Camino a la política
Después de que Trujillo y su aliado Estrella Ureña dieran el golpe de Estado el 23 de febrero de 1930, procedieron a organizar las elecciones del 16 de mayo. Una de las candidaturas presentaba a Trujillo para presidente y a Estrella Ureña para la vicepresidencia, apoyada por una buena parte de las élites nacionalista, liberal y republicana del país; en tanto que la otra presentaba a Federico Velázquez y a Ángel Morales a la presidencia y vicepresidencia.
La campaña electoral se condujo bajo un clima de terror producido por Trujillo y su banda paramilitar “La 42” (dirigida por el mayor del ejército Miguel Ángel Paulino), dedicada a perseguir, intimidar y matar. Hasta los miembros de la Junta Central Electoral se vieron forzados a renunciar el 7 de mayo, siendo sustituidos por personas que respondían a la voluntad del que ya era dictador. Así, el 24 de mayo de 1930 se proclama a Rafael Leonidas Trujillo Molina como presidente de la República.
El Partido Dominicano
Fue el partido que sirvió de soporte político. Formado oficialmente el 16 de agosto de 1931, fue el único partido permitido durante el régimen. Fermín Cabral fue el principal auspiciador del Partido Dominicano (PD), que tenía por símbolo una palma. El carné de miembro del partido se convertiría en un documento obligado para todos los dominicanos mayores de edad. Regularmente las patrullas militares que recorrían la ciudad exigían a los ciudadanos “los tres golpes”:
• La cédula de identificación personal.
• El papel de certificación de haber hecho el servicio militar obligatorio.
• El carné de miembro del PD, conocido popularmente como “la palmita”.
Quien no tuviese estos tres documentos podía ser acusado de delito de vagancia. El 20% de los sueldos de los empleados públicos era entregado al Partido Dominicano.
Política gubernamental
Trujillo atrajo la atención internacional, por su política de permitir la inmigración de judíos de Europa en la década de los años 30. Para algunos analistas esta política migratoria era para "blanquear" a la población más que por motivos humanitarios. Hay que recordar que en República Dominicana la población es en su mayoría mestiza de negros y blancos. Después de terminar la guerra civil española permitió entrar al país a los exiliados del bando republicano, aunque mantuvo buenas relaciones con Francisco Franco, dictador de España, al que profesaba admiración e intentaba imitar en su fasto militarista.
Mientras promovía más inmigración europea, en 1937 Trujillo decidió el genocidio de miles de humildes haitianos que vivían en la zona fronteriza con Haití. Tropas del ejército dominicano masacraron a más de 15.000 haitianos. Él horrendo hecho intentó ser justificado so pretexto de temerse infiltraciones, pero en realidad fue represalia al creer el dictador que el gobierno haitiano cooperaba con un plan de exiliados dominicanos que buscaban derrocarlo, vale la pena decir que producto de las denuncias hechas por diferentes sectores y entidades internacionales, Trujillo consensuó con el Presidente haitiano, pagando una cifra aproximada a 30 pesos por cabeza.
Posesiones y sus grandes beneficios económicos
La presidencia le daría la oportunidad de convertir al país de su propiedad. Trujillo utilizaba el método de adquirir propiedades, fincas y negocios lucrativos, a precios bajísimos y con esto los sectores de la clase alta e inversionistas se aterrorizaban cuando Trujillo se interesaba en alguna de sus propiedades: después de la destrucción (debido al ciclón San Zenón en 1930) de la antigua capital dominicana, (Santo Domingo), el dictador mandó reconstruirla, y una vez modernizada, la rebautizó como "Ciudad Trujillo".
Los derechos humanos
Tal y como expresa Jesús de Galíndez (exiliado vasco, profesor universitario y víctima de la tiranía), la dictadura "no era una tiranía de las del pasado, a la vieja usanza", sino que se sustentaba aparentemente en el cumplimiento de los acuerdos internacionales y las leyes nacionales. No ha de extrañar por que la República Dominicana suscribió la Conferencia de San Francisco que dio origen a la Organización de las Naciones Unidas; igualmente era miembro de la Organización de Estados Americanos. Durante 31 años todos los estamentos del Estado aparentemente funcionaban, sin ningún tipo de "violación". Toda tortura o condena era borrada, negada. Una muerte era encubierta en un accidente o sus supuestos autores encarcelados. No existió el más mínimo respeto por la vida humana. La única persona que tenía la tranquilidad asegurada era el propio Trujillo y tal vez todos los que tenían su apellido. Más de 30 mil personas perdieron la vida durante su gestión y otros tantos se exiliaron para no sufrir la misma suerte.
Fin de la Era
Cuando John F. Kennedy tomó posesión como Presidente de los Estados Unidos el viernes 20 de enero de 1961, los planes de la CIA para derrocar a Trujillo ya estaban en marcha. A pesar de eso, el Presidente Kennedy envió al diplomático Robert D. Murphy para que se entrevistara con Trujillo y lo persuadiera a que se retirase pacíficamente del poder. Murphy llegó a Santo Domingo el sábado 15 de abril de 1961: sería el cuarto y último emisario del gobierno estadounidense que trataba de convencer al dictador para que se retirara por las buenas, pero Trujillo seguía firme en su posición: “¡A mí sólo me sacan en camilla!.”
Aunque el gobierno de los Estados Unidos inicialmente ofreció su apoyo en armas y logística a quienes buscaban poner fin a la dictadura, luego decidió retirar dicha oferta, lo que ocasionó que los organizadores del golpe siguieran solos; si bien el plan puso fin a la vida de Trujillo, también supuso la muerte horrorosamente sádica de casi todos los involucrados, ya que sin apoyo internacional quedaron solos. El martes 30 de mayo de 1961 en la carretera Santo Domingo - San Cristóbal, el automóvil en el que viajaba Trujillo, es ametrallado en una emboscada, recibiendo más de 60 impactos de balas de diversos calibres, de los cuales siete dieron en su cuerpo causándole la muerte; su chofer Zacarías de la Cruz recibió varios impactos, pero no perdió la vida, aunque los ajusticiadores lo dieron por muerto.
Las armas proporcionadas por la CIA habían sido previamente ocultadas por Simon Thomas Stocker, ciudadano estadounidense, contactado por la CIA bajo el nombre código de "Héctor" y residente en la República Dominicana desde 1942. Stocker rehusó la remuneración de la CIA por sus esfuerzos, aduciendo su convicción moral. Las armas fueron ocultadas por más de dos meses, a riesgo personal y de su familia, dentro de un armario pequeño en su estudio, en su residencia privada, recientemente demolida, ubicada en un solar en el lado del sur de la Avenida Independencia, próximo a la avenida Principal Máximo Gómez.
Algunas opiniones estiman que dichas armas nunca llegaron a las manos de los organizadores del ajusticiamiento del dictador, debido la supuesta falta de una autorización explícita de la CIA para su entrega. Esta opinión fue implícitamente contradicha por testimonios de viva voz, emitidos por Stocker a familiares y personas de confianza, afirmando que las armas fueron entregadas por él a un nacional dominicano, luego de haberlas ocultado en su propiedad por unos tres meses, según su relato de confirmable veracidad.
Algunos analistas mencionan que el interés de Estados Unidos de acabar con Trujillo se debió a que la represión de su gobierno podría traer una revolución a República Dominicana, de forma similar a la Revolución cubana, consecuencia de la represión del dictador derechista cubano Fulgencio Batista.
El 2 de junio de 1961 se realizaron los funerales en el Palacio Nacional, miles de personas de todos los estratos sociales desfilaron ante el féretro que contenía los restos de Trujillo, "el hombre que había sido sembrado en sus mentes como su protector y guía, el hombre que aparentemente lo podía todo, estaba muerto".
El cortejo fúnebre partió del Palacio Nacional a San Cristóbal para recibir cristiana sepultura en la iglesia de su ciudad natal, tal como había sido su última voluntad. Luego de la misa de cuerpo presente, donde se le perdonaron los pecados al difunto, el Dr. Joaquín Balaguer procedió a leer el panegírico de lugar. En unas de sus partes dijo: El momento es pues propicio para que juremos sobre estas reliquias amadas que defenderemos su memoria y que seremos fieles a sus consignas manteniendo la unidad. Querido jefe, hasta luego. Tus hijos espirituales, veteranos de las campañas que libraste durante más de 30 años, miraremos hacia tu sepulcro como un símbolo enhiesto y no omitiremos medios para impedir que se extinga la llama que tú encendiste en los altares de la República y en el alma de todos los dominicanos. Terminadas las ceremonias su cadáver fue trasladado a un panteón especial que él mandó a construir en vida debajo del altar mayor de la iglesia.
Transición
Después de la muerte de Trujillo el país quedó bajo la dirección del Dr. Joaquín Balaguer, Presidente constitucional de la República, y del General Rafael Leónidas Trujillo Martínez, “Ramfis”, hijo del dictador, y Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Para observar la situación de los derechos humanos y la transición, el de 7 de junio de 1961 llego al país una subcomisión de la OEA presidida por el embajador colombiano Augusto Arango y otros 12 integrantes. Arango se entrevistó con Ramfis, seguidamente Balaguer anunció elecciones libres para 1962 y ofreció garantía a los exiliados políticos para que regresaran al país para iniciar sus actividades políticas.
Después de varios intentos de los familiares de Trujillo por tomar el poder y del golpe de Estado que derrocó al nuevo Presidente, Joaquín Balaguer, protagonizado por el Comandante de la Fuerza Aérea, General Pedro Rodríguez Echavarria, un Consejo de Estado puso en marcha una apertura política que culminó con la celebración de elecciones libres el 20 de diciembre de 1962, las primeras en las que los partidos políticos pasaron a representar un papel significativo. Los comicios dieron la victoria al Partido Revolucionario Dominicano, cuyo candidato presidencial, Juan Bosch, obtuvo el 59,5% de los votos escrutados.

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