Gabriel González V.

Gabriel González V. (1946-1952)
Fue el último presidente del Partido Radical. Siguió con el desarrollo industrial y declaró fuera de la legalidad a los comunistas.
Nació el 22 de noviembre de 1898, en La Serena. Realizó sus primeros estudios en el Liceo de La Serena y se trasladó a Santiago, ingresando a la Universidad de Chile para estudiar derecho. Se graduó de abogado en 1922. En 1917 se unió a la juventud del Partido Radical y de regreso a La Serena, en 1922, organizó el centro de propaganda de la Juventud Radical. Fue elegido diputado por la circunscripción electoral de Coquimbo, ininterrumpidamente, desde 1933 a 1941, representando a los radicales. Se desempeñó como embajador en Francia (1939), Portugal (1940) y en Brasil (1942). En 1945 fue elegido senador por Tarapacá y Antofagasta. En 1946 fue elegido presidente de la República. Al terminar su gobierno se retiró de la vida pública. Pero, durante el régimen de Augusto Pinochet, participó como consejero de Estado. Murió el 22 de agosto de 1980.
Candidato presidencial
El 27 de junio de 1946 había fallecido el presidente Juan Antonio Ríos. Al día siguiente, su partido (el Radical) nombró a Gabriel González Videla como candidato a la presidencia. Este luego sería ratificado por la Convención de la Alianza Democrática, integrada, además de los radicales, por comunistas y demócratas. El 4 de septiembre se realizaron las elecciones presidenciales y González Videla se enfrentó a tres candidatos: Eduardo Cruz Coke (por los conservadores y apoyado por la Falange Nacional), Fernando Alessandri (por el Partido Liberal) y Bernardo Ibáñez (apoyado por parte de los socialistas). Los resultados de las urnas fueron los siguientes: González Videla obtuvo 192.207 votos, Cruz Coke 142.441, Alessandri 131.023 e Ibáñez 12.114 votos.
Las elecciones de 1946
González Videla había obtenido un 40,1% de las preferencias, pero no era mayoría absoluta y no podía ser proclamado presidente. La decisión quedó en manos del Congreso, quien debía optar entre las dos más altas mayorías relativas, o sea, entre González Videla y Cruz Coke. Luego de múltiples gestiones para contar con más apoyo partidario, los liberales optaron por el candidato radical. Así, el 24 de octubre de 1946, el Congreso en pleno (presidido por Arturo Alessandri) eligió por 136 votos a González Videla, contra 46 de Cruz Coke. Pensando en que debía su triunfo al apoyo comunista, comenzó a gobernar (el 3 de noviembre) incluyendo a esta fuerza política en su administración.
El quiebre con los comunistas
Hasta principios de 1947, las relaciones entre González Videla y el Partido Comunista (PC) parecían buenas. Pero muy pronto la influencia de estos últimos fue más notoria y se comenzaron a generar desconfianzas en varios sectores políticos. De hecho, Arturo Olavarría, rival del presidente al interior del partido, se retiró de este y fundó la Acción Chilena Anticomunista (ACHA). Esta era una organización civil armada cuyo objetivo era contener el avance comunista y estaba conformada por elementos de filiación derechista, radical demócrata y socialista. El presidente, influenciado por el ambiente internacional (tensión entre Estados Unidos y Unión Soviética), vio con cierta sospecha la influencia de los comunistas. Y estos criticaban a González Videla, por no cumplir con sus promesas de favorecer a los sectores más populares del país.
Sus gabinetes
Su primer gabinete estuvo integrado por radicales, comunistas, liberales y un independiente.
Sin embargo, González Videla pronto comenzaría a tomar distancia de sus socios comunistas.
En 1948, organizó un nuevo gabinete, en el que sacó a los comunistas e integró a radicales, liberales, democráticos y conservadores.
La ley maldita
La Ley de Defensa de la Democracia (o Ley Nº 8.987 de Defensa Permanente de la Democracia), publicada en el Diario Oficial el 3 de septiembre de 1948, también se conoció como ?ley maldita?. La finalidad de la ley fue proscribir la participación política del Partido Comunista de Chile (PC). Para ello se canceló la inscripción del PC y se borró del registro electoral a todos sus militantes.
Esto también implicó que los regidores, alcaldes y parlamentarios debieron ser inhabilitados y despojados de sus cargos. Igualmente, quedó prohibida la libertad de organización, asociación y propaganda y se sancionaron, además, todos los actos que fueran opuestos al régimen político o interrumpieran el normal desarrollo de las actividades productivas (huelgas).
Gobierno de concentración nacional
En julio de 1948, González Videla organizó un gabinete conformado por radicales (de la línea anticomunista), liberales, conservadores (tradicionales) y democráticos. Aunque la línea programática del gobierno siguió manteniéndose, el peso político de la derecha fue más contundente y, finalmente, González Videla terminaría adoptando una tendencia abiertamente derechista y anticomunista. A este gabinete le correspondió aplicar la recién aprobada ley de defensa de la democracia. Sin embargo, a pesar del giro político de González Videla, su nuevo gobierno y gabinete de concentración nacional representó el período más fructífero de su mandato. Esto porque se produjo un superávit fiscal, se ordenó la administración pública, se extendió la asignación familiar y se detuvo la inflación, que venía creciendo desde 1938.
Desarrollo industrial
Creada en 1946, la Compañía de Acero del Pacífico (CAP) terminó la construcción de la siderúrgica de Huachipato (1950). También se aceleró la explotación de petróleo en Manantiales y se inició la construcción de la refinería de petróleo de Concón. En 1950, se aprobó la ley que creó la Empresa Nacional de Petróleo (ENAP). En 1947 comenzó la construcción de la fundición Paipote, que entró en actividad en 1952. Este mismo año, se creó la Industria Azucarera Nacional S.A. (Iansa). En materia eléctrica, la administración de González logró un incremento de un 71%. Se entregaron las centrales Sauzal, Abanico y Pilmaiquén y se iniciaron los trabajos en las centrales de Los Molles, Cipreses y Pullinque.
El complot de las ?patitas de chancho?
El episodio conocido con este pintoresco nombre sería el primero de una serie de obstáculos que debió enfrentar el gobierno de González Videla. Esta confabulación desarrollada entre septiembre y octubre de 1948, tenía como fin crear las condiciones favorables para un golpe de Estado, que permitiera al general Carlos Ibáñez llegar al poder. Entre los implicados estaban oficiales y suboficiales del ejército y de la aviación y algunos grupos políticos. González Videla, alertado de este plan, instruyó a la Fiscalía Militar de Santiago hacer una investigación. Esta desbarató el complot y el comandante Ramón Vergara -una de las cabezas organizadoras-, junto a algunos militares, fueron condenados a pena de extrañamiento. A otros uniformados solo se les solicitó acogerse a retiro. Carlos Ibáñez fue absuelto de toda responsabilidad. Se le llamó ?complot de las patitas de chancho?, porque fue fraguado en reuniones que se hacían en un restaurante de San Bernardo cuya especialidad era este típico causeo chileno.

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